Atragantamiento en Lactantes y Niños
- Mario Fernández

- 25 ago
- 6 Min. de lectura

Ante la petición por parte de nuestros lectores hemos creado esta entrada a nuestro blog para que juntos aprendamos a prevenir y tratar el atragantamiento en la población más vulnerable como son los lactantes y niños.
Imagino que tienes algún niño o lactante en tu vida, da igual si es tu hijo, nieto, sobrino o el hijo de algún amigo. Los lactantes y los niños no son conscientes de los riesgos que los rodea, debido a esta inocencia pueden sufrir diferentes accidentes que ponen en riesgo sus vidas, y nosotros como adultos tenemos la obligación de estar preparados para poder ayudarles en cualquier momento.
Por ese motivo, vamos a aprender hoy a tomar medidas para prevenir el atragantamiento y en caso de que se produzca, vamos a aprender a realizar una serie de maniobras que le salvarán la vida y, además, estos conocimientos te ayudarán a aumentar tu confianza y tranquilidad cuando te encuentres a cargo de algún niño o lactante.
Lo primero que vamos a puntualizar es que el ser humano es curioso por naturaleza, en la etapa lactante y cuando somos niños pequeños, nuestros hábitos exploratorios suelen ser llevarse objetos o alimentos a la boca, con esta acción comenzamos a explorar el mundo, y como te puedes imaginar ¡aumenta el peligro de atragantamiento!
Acompáñanos a ver cómo podemos prevenirlo y qué hacer en caso de que ocurra.

Prevención
En Cuidado Integro damos más importancia a la prevención que al tratamiento de las enfermedades o accidentes, una buena prevención nos evitará situaciones de angustia y malestar.
Vamos a explicar los aspectos más importantes para evitar esta emergencia:
Supervisión constante: Se debe mantener una vigilancia continua del lactante o niño pequeño mientras come o juega con objetos pequeños. No debemos obsesionarnos con la vigilancia, esto puede provocar malestar en la persona a cargo del cuidado, ya que puede generar un nivel de estrés y ansiedad altos que va en contra del buen cuidado y de la salud del cuidador
Alimentos adecuados y seguros:

Corta los alimentos en trozos pequeños. Se suele recomendar tamaños menores a 1 cm para lactantes y niños pequeños. ¡Recuerda! Los conductos de la ventilación y de alimentación del menor son mucho más pequeños en calibre que los adultos, además de que el sistema de masticación y de deglución (Tragar) no están desarrollados. En definitiva, cuanto menor sea el tamaño de los alimentos, menor será el riesgo de atragantamiento
Evita alimentos de alto riesgo. En este grupo podemos incluir uvas enteras, frutos secos, caramelos duros, palomitas de maíz o trozos grandes de carne. Evitar estos alimentos hasta que el niño tenga al menos 4 o 5 años. ¡Cuidado con el jamón! Es muy típico el atragantamiento con jamón
Cocina o tritura alimentos duros como zanahorias o manzanas para los más pequeños. ¿Has visto los chupetes en los que se introducen frutas? Puede ser una buena opción para introducir estos alimentos sin riesgo
Seguridad en el entorno: Si controlamos el entorno, controlamos el 90% del riesgo de atragantamiento:
Juguetes y objetos pequeños:
Mantén objetos pequeños fuera del alcance de los niños. Objetos como monedas, botones o piezas de juguetes son muy peligrosos, mantén ordenada y recogida la casa o el lugar donde convivan niños
Revisa que los juguetes no tengan partes desmontables pequeñas
Evitar el acceso a bolsas plásticas o cuerdas. Son objetos que pueden causar asfixia
Buenos hábitos mientras comen:

Educación en la alimentación. Si les enseñas a comer desde pequeños, no solo serán un ejemplo para los demás niños, sino que disminuirás el riesgo. Hábitos como comer sentados, no correr, saltar o hablar con la boca llena deben ser una regla general.
Evita distracciones durante las comidas. Es muy típico poner el móvil, la Tablet o la televisión mientras comen para mantenerlos entretenidos. Esto es un error que cometemos todas las personas, ya que pensamos que nos ayudará a distraerlo para que coma lo que no quiere. ¡Error! El niño o el bebé debe concentrarse en el acto de comer, sin distracciones, esto hará que evites sustos o atragantamientos
Como debemos actuar ante un atragantamiento en lactantes y niños
Ya hemos hablado de la prevención. Es lo más importante, pero no existe el riesgo 0. Por eso, vamos a aprender a realizar una serie de maniobras para desobstruir la vía aérea del lactante o niño en caso necesario.
Para actuar ante un atragantamiento, lo primero que debemos saber es: ¿Con qué nos encontramos? ¿Lactante o niño? ya que las maniobras son diferentes. Ten en cuenta esto.
Y lo segundo es evaluar la situación:
¿Tose con fuerza?, si es así, anímalo a toser, ya que es la forma natural del cuerpo humano de expulsar un objeto o alimento de las vías aéreas
Si no puede toser, hablar, llorar o respirar, debemos pasar al siguiente paso:
Realizar las maniobras según la edad (continúa leyendo para aprender a realizarlas)
Llamar a emergencias (112 o 061)
Vamos a ver qué cambia en los lactantes y en los niños…
Lactantes (menores de 1 año)
Golpes interescapulares

Si el lactante no puede toser, llorar o respirar, estamos ante una obstrucción completa, por lo que debemos actuar. Colócalo boca abajo sobre tu antebrazo, apoyando su pecho en tu mano y su cabeza ligeramente más baja que el cuerpo
Sujeta la mandíbula con tus dedos, así mantenemos la posición de la cabeza del bebé, ya que no tienen la fuerza en el cuello para mantener la posición neutra de la cabeza
Golpea 5 veces (golpes firmes pero controlados) con el talón de tu mano en la zona central de la espalda. Una fuerza sin control puede provocar lesiones en el bebé, ¡no seas brut@!
Compresiones torácicas (si lo anterior no ha funcionado)

Gira al lactante boca arriba, apóyalo en tu antebrazo siempre con la cabeza más baja que el pecho
Usa dos dedos (lo más habitual es el índice y medio) para realizar 5 compresiones en el centro del pecho. ¡Con dos dedos es suficiente! El bebé no tiene desarrollados los huesos todavía, no será necesario aplicar más fuerza
Presiona unos 4 cm de profundidad y mantén un ritmo constante
Si no han funcionado las compresiones torácicas, debemos repetir todo desde el principio, es decir, alterna 5 golpes interescapulares y 5 compresiones torácicas hasta que expulse el objeto o alimento.
¡IMPORTANTE! Nunca realices compresiones abdominales (maniobra de Heimlich) en lactantes. Ten en cuenta esto si no quieres hacer daño al bebé.
Es el turno de los Niños (mayores de 1 año)

Debemos diferenciar entre obstrucción completa o incompleta. Para diferenciarlo, debes leer el artículo de atragantamiento en adultos que publicamos anteriormente.
Una vez que hemos diferenciado entre completa e incompleta, debemos actuar:
Obstrucción incompleta: Debemos animar a toser, acuérdate que la tos es un mecanismo de defensa para el atragantamiento
Obstrucción completa: Debemos realizar 5 golpes interescapulares y 5 compresiones abdominales ¿Notas la diferencia entre lactantes y niños? Los lactantes son compresiones en el tórax mientras que en niños y adultos son en el abdomen. ¡Es importante recordar esto!
5 golpes interescapulares: Dar 5 golpes en el centro de la espalda. Deben ser golpes secos, pero con una fuerza controlada, que no te pueda la ansiedad y lo realices con una fuerza descomunal
5 compresiones abdominales (maniobra de Heimlich):

Si el niño no puede toser, hablar o respirar, estamos ante una obstrucción completa, por lo que debemos actuar. Colócate detrás de él y rodea su cintura con tus brazos.
Coloca un puño cerrado entre la zona del ombligo y el final del esternón, y cúbrelo con la otra mano.
Realiza 5 compresiones abdominales hacia adentro y hacia arriba, con una fuerza controlada.
Si no han funcionado las compresiones abdominales, debemos repetir todo desde el principio, es decir, alterna 5 golpes interescapulares y 5 compresiones abdominales hasta que expulse el objeto o alimento.
¿Qué pasa si no se expulsa el objeto y pierde el conocimiento? Debemos iniciar las maniobras de RCP en el lactante o niño. Si no sabes cómo realizar una RCP en un lactante o un niño, es hora de ponerse las pilas y aprender, es muy importante estar preparados para cualquier emergencia.
En conclusión, el atragantamiento en lactantes y niños es una situación aterradora y muy estresante, por lo que estar preparados disminuirá el riesgo de que ocurra. Mantener un entorno seguro y supervisar a los pequeños (Prevención) y aprender las maniobras para liberar las vías aéreas (Tratamiento) son clave.
Hemos llegado al final del artículo, si has llegado hasta aquí es porque te ha parecido interesante. Si te ha surgido alguna duda, no dudes en hacérnosla llegar, estaremos encantados de analizarla y responderte. Consideramos que el conocimiento en primeros auxilios debe estar disponible para todos.
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