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¿Tienes diabetes? Entiende la enfermedad de forma clara y sencilla


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Con lo que vamos a ver hoy vamos a entender una de las enfermedades crónicas que más afecta a la población y, sobre todo, a la anciana. Podremos entender qué efectos tiene en nuestro cuerpo, cómo reaccionan nuestros órganos, como controlamos su progresión y, sobre todo, como convivir con ella


¿Qué es la diabetes? 

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La diabetes es una enfermedad en la que la glucosa (el azúcar) se queda en la sangre en lugar de entrar en las células, que es donde debería usarse como energía. En condiciones normales, cuando comemos, el cuerpo transforma los alimentos en glucosa y la insulina (una hormona) ayuda a que entre en las células para transformar esa glucosa en energía 


En la diabetes, la insulina no se produce bien o no funciona como debería, y entonces la glucosa se acumula en la sangre. Eso es lo que puede causar problemas si no se controla


Podríamos resumirlo simplemente en: hay azúcar en la sangre, pero las células “se quedan sin energía”


¿Qué órgano está afectado? o ¿Qué falla realmente? 

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El órgano clave en la diabetes es el PÁNCREAS. Este órgano es el que produce la insulina, una hormona que funciona como una “llave”: abre la puerta de las células para que entre la glucosa


En la diabetes, puede ocurrir varias cosas:


  • El páncreas no produce insulina 

  • Produce en pocas cantidades 

  • La insulina existe, pero no hace bien su trabajo 


Cuando alguna de las tres cosas ocurre, la glucosa se acumula en la sangre… y ahí empiezan los problemas

 

Tipos de diabetes

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Existen varios tipos de diabetes y normalmente, suelen aparecer en diferentes etapas de la vida. Cada uno tiene un origen distinto y puede necesitar tratamientos diferentes:


  • Diabetes tipo 1: el cuerpo no produce insulina. Suele aparecer en personas jóvenes. Necesitan insulina desde el inicio

  • Diabetes tipo 2: el cuerpo sí produce insulina, pero no la utiliza correctamente. Es la más frecuente y suele aparecer en adultos o personas ancianas. Se puede tratar con pastillas, cambios de hábitos y, en algunos casos, con ayuda de insulina

  • Diabetes gestacional: aparece durante el embarazo. Requiere un control médico cercano y cambios en la alimentación para proteger a la madre y a su bebé


Conocer tu tipo de diabetes es clave para entender por qué tomas pastillas, insulina o ambos


¿Por qué tomas pastillas o insulina? 

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Depende del tipo de diabetes y del estado del páncreas:


  • Pastillas: ayudan a que tu cuerpo use mejor la insulina o a que produzca un poco más

  • Insulina: se administra cuando tu cuerpo no puede producir la suficiente cantidad o deja de hacerlo por algún motivo


No todos los tratamientos son iguales, pero todos tienen el mismo objetivo: mantener la glucosa en valores seguros y proteger tu cuerpo de valores de glucosa elevados


¿Qué puede pasar si no se controla bien? 


La glucosa alta durante mucho tiempo va dañando poco a poco distintas partes del cuerpo, de ahí que sea una de las llamadas “Enfermedades Silenciosas”. Algunos problemas no se notan al principio, por eso es importante prevenir antes de que aparezcan:


  • Vista: puede producir visión borrosa o retinopatía diabética. Si no se controla, puede afectar al nervio óptico y llegar a causar pérdida de visión

  • Corazón: aumenta el riesgo de infarto y enfermedades cardiovasculares, porque la glucosa puede dañar los vasos sanguíneos y hacerlos más rígidos

  • Cerebro: una diabetes mal controlada puede aumentar el riesgo de ictus. También se ha relacionado con problemas de memoria y concentración

  • Pies: se puede perder sensibilidad y hay riesgo de sufrir heridas que no nos damos cuenta. Si no se revisan, pueden infectarse

  • Heridas y cicatrización: las heridas tardan más tiempo en curar, lo que aumenta el riesgo de infección

  • Riñones: la diabetes puede dañar los riñones lentamente, lo que se llama nefropatía diabética. En algunos casos graves puede necesitar diálisis


¿Qué hábitos pueden ayudar? 

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No se trata de cambiar toda tu vida, sino de dar pequeños pasos que marcan la diferencia:


  • Alimentación más variada y saludable. Tener una dieta adecuada es uno de los pilares más importantes del tratamiento

  • Movimiento o caminar cada día. El ejercicio es otro de los grandes pilares para mantener a raya esta enfermedad

  • Control médico adecuado. No se debe olvidar el control por nuestro médico o enfermero

  • Conocer tu tratamiento y cómo usarlo. Es necesario saber qué se toma y cómo debemos actuar ante esta enfermedad

  • Escuchar a tu cuerpo y avisar si algo cambia. El cuerpo es sabio y nadie te conoce más que tú mismo, obsérvate y estate atento a cualquier cambio

 

Tener diabetes no es el fin de nada, es el inicio de un camino en el que aprendes a cuidar tu cuerpo y escucharlo mejor. Conocer tu enfermedad es el primer paso para vivir mejor con ella. Si tú cuidas de tu cuerpo, él también cuidará de ti

 

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