Hipercolesterolemia: Lo que todo cuidador debe saber para prevenir problemas mayores
- Mario Fernández

- hace 6 días
- 3 Min. de lectura

Cuando cuidamos a una persona mayor, es fácil centrarse en lo que creemos más importante: la medicación, las enfermedades crónicas, las citas médicas…
Pero muchas veces se nos escapan problemas silenciosos que, si no se controlan, pueden aumentar el riesgo de dependencia en el futuro
Uno de los más frecuentes es la hipercolesterolemia, es decir, el colesterol alto
En esta guía te explicamos, de forma sencilla y práctica, qué debes saber como cuidador y cómo puedes ayudar desde casa para evitar que aparezcan complicaciones graves
¿Qué es la hipercolesterolemia?

La hipercolesterolemia ocurre cuando hay demasiado colesterol en la sangre. El colesterol es necesario para el cuerpo, pero en exceso se acumula en las arterias.
Esto aumenta el riesgo de:
Infarto
Ictus
Problemas de circulación
Deterioro funcional y pérdida de autonomía, que pueden desembocar en situaciones de dependencia
Por eso detectarlo y controlarlo es tan importante, especialmente en personas mayores o con enfermedades crónicas
¿Qué es el colesterol HDL y LDL?
Para poder entender lo que es la hipercolesterolemia, debemos conocer antes el colesterol HDL y LDL. Vamos a imaginarnos que el colesterol viaja por la sangre como si fuese en “camiones”
LDL “Colesterol malo”
Es el que se acumula en las arterias
Forma placas que las estrechan con el tiempo
Aumenta mucho el riesgo de infarto, ictus y otras enfermedades que pueden provocar dependencia
Cuanto más alto, peor

HDL “Colesterol bueno”
Funciona como un “camión de limpieza”
Recoge el colesterol sobrante y lo lleva al hígado para eliminarlo
Protege frente a enfermedades cardiovasculares
Cuanto más alto, mejor

La regla fácil de recordar para cualquier cuidador:
LDL alto = riesgo
HDL alto = protección
El equilibrio entre ambos, va a determinar la salud cardiovascular de nuestro familiar o paciente
¿Por qué es especialmente importante controlar el colesterol para los cuidadores?

Porque las consecuencias del colesterol alto no son solo números en un análisis:
Colesterol alto sin control = “más riesgo de ictus”
Ictus = “más riesgo de dependencia”
Dependencia = “más carga emocional, física y económica para la familia y el cuidador”
Controlar el colesterol es prevenir un futuro mucho más complicado para todos.
Señales que pueden alertarte (aunque a veces no hay síntomas)
La hipercolesterolemia suele ser silenciosa, pero como cuidador puedes observar:
Cansancio excesivo
Dolor en las piernas al andar (claudicación intermitente)
Hinchazón en tobillos
Cambios bruscos de peso
Dudas o errores en la medicación (muy habitual en mayores)
Aun así, la confirmación siempre se hace con una analítica de sangre. Debes realizar analíticas de control para poder observar y controlar los valores de colesterol en sangre
¿Cómo puedes ayudar desde casa?
Facilita una alimentación saludable

No hace falta hacer cambios drásticos. Pequeñas mejoras constantes funcionan mejor:
Más verduras y frutas
Menos fritos y comidas procesadas
Reducir embutidos, quesos curados y bollería
Incluir pescado azul 1–2 veces por semana
Promueve la actividad física

El ejercicio moderado baja el LDL y sube el HDL. Ideas sencillas para el día a día:
Paseos de 10–15 minutos
Movimientos en casa si tiene movilidad reducida
Evitar largos periodos sentado
Controla la medicación
Muchas personas mayores toman estatinas u otros fármacos para el colesterol
Como cuidador, tu papel es clave:
Asegúrate de que las toman todos los días
Revisa que no repitan dosis sin darse cuenta
Informa al médico si hay dolores musculares intensos o cansancio no habitual
Mantén los controles médicos

La recomendación habitual es una analítica cada 6–12 meses, a criterio de su médico. Un seguimiento regular evita complicaciones que pueden desembocar en pérdida de autonomía
Una vez hemos aprendido la lección, podemos concluir que controlar los valores de colesterol en sangre significa:
Menos riesgo de infarto
Menos riesgo de ictus
Menos posibilidades de que tu familiar llegue a una situación de dependencia
Como cuidador, tus acciones diarias (aunque parezcan pequeñas) marcan una diferencia enorme en su salud futura




